
miércoles, 30 de diciembre de 2009
Los enmascarados no se entregan!

martes, 15 de diciembre de 2009
Apuntes sobre nactrufas
Nactrufa. Aunque no haya indicios acerca de su género, siempre nos referimos a ellas como si fuesen hembras. Quizá porque hay algo de femenino en la languidez con que se tienden al sol a la hora de la siesta y en el modo en que se lamen unas a otras los cuerpos.
Modo de reproducción. Nunca las vimos aparearse ni sabemos de ninguna que haya presentado nunca síntomas de preñez. Sin embargo, el número de nactrufas aumenta a diario y la cosa ha seguido así aun después de que apartamos a dos de los peones de quienes desconfiábamos. Me temo que haberlos confinado al aislamiento en las jaulas del jardín de invierno fue una injusticia, pero es demasiado tarde para repararla: dado el estado de enajenación en el que se encuentran, si los soltamos y los echamos al campo, estarían merodeando las granjas vecinas comportando un grave peligro no sólo para las reses y los demás peones, sino también para las personas que viven en ellas. A la hora de rendir cuentas, creo que Dios y los hombres sabrán comprender nuestras razones. Leer el relato completo.
viernes, 11 de diciembre de 2009
martes, 8 de diciembre de 2009
Colección Verano
Se viene la última fecha del año del Ciclo Carne Argentina , que nos presenta su Colección Verano con modelos exclusivos y de alta costura.
La colombiana Margarita García Robayo y sus refrescantes crónicas urbanas. El poeta orillero, autor de La razón de mi lima, Mariano Dubín. La delicada trama de los relatos de Ana Cerri, quizá el secreto mejor guardado de la narrativa de los últimos tiempos. Y la vitalidad salvaje y arrolladora de los relatos de Miguel Ángel Molfino, venido especialmente desde Resistencia (Chaco).
No sé a ustedes, pero a mí me da nostalgia que sea la última lectura del año, pensar en un largo verano sin carne fresca que echar a la brasas... así que espero verlos a todos en el bar de La Tribu (Lambaré 873), este jueves 10, a las 20.30.
¡A disfrutar y a celebrar la carne!
viernes, 4 de diciembre de 2009
domingo, 15 de noviembre de 2009
Premio Cosecha Eñe 2009
El viernes 13 fue la entrega del premio. Allí fue mi amigo Luciano, de punta en blanco, a recibir el diploma y alternar con los demás finalistas.
No me llevé el premio, pero me puso realmente contenta llegar a la final junto a escritores prestigiosos de España, Chile, Perú y Argentina.
Aquí noticias del ganador, Andrés Barba, y del evento en general. Y en breve los diez relatos que serán publicados en el número de otoño de la revista. (Click!)
jueves, 29 de octubre de 2009
Archivos
Ahora por fin puede sacarse el vestido. Debe quitárselo para no volver a usarlo nunca. Sobre la cama doble está la caja de cartón que la misma Adele forró en papel de seda, como un ataúd floreado, esperando el vestido, los restos de su soltería. Una vez que lo guarde y lo cubra con el finísimo, crujiente papel, irá a la parte alta del ropero, de donde no volverá a salir nunca.
Irma comienza a quitarse el traje de novia. Antes de salir, Adele le ha soltado la larga hilera de pequeños botones forrados en satén, uno debajo de otro, siguiendo la línea de la columna vertebral. Lo pliega tal como Adele le ha indicado. Antes de poner la tapa, lo mira una última vez y trata de alejar los malos pensamientos.
Afuera, en el pasillo, el Sr. Zack espera vestido con el pijama de estreno. Se mojó la cabeza y se puso mucha loción para tapar los vahos alcohólicos de la fiesta. Tiene la pija dura.
domingo, 18 de octubre de 2009
jueves, 8 de octubre de 2009
Hoy CF en Rosa Molesta Club
domingo, 6 de septiembre de 2009
El camino del tabaco
Cuando leí el título, por un momento, temí que me lo estuviese dando por mi afición al tabaco. ¿Sería un libro de autoayuda para fumadores empedernidos? ¿Se estaría convirtiendo mi amigo -y compañero de algunos vicios, vale decir- en uno de esos acólitos de la vida sana?
-¿Qué es?-, pregunté con cierto temor.
-Te va a encantar- me dijo-, fue un best seller en su época y ahora nadie se acuerda ni del libro ni del autor. Haceme caso: leelo.
-Bueno-, le dije y el libro quedó sobre el escritorio un par de días.
El libro es pequeño y liviano. Como dos por tres sufro de dolor de espalda -según mi novio por la manía de dormir con los dos gatos que me ocupan la mitad de mi mitad de la cama y me obligan a torcerme según el despliegue que se les antoje darles a sus cuerpos- nunca llevo libros pesados en la cartera. Así que una mañana, saliendo para el trabajo, agarré "El camino del tabaco" y lo metí entre mis cosas, un peso casi imperceptible.
Lo abrí esa mañana en el 96. El olor a viejo del libro, el adorable olor a viejo de los libros viejos, colmó mi nariz librándome de los olores matutinos de un colectivo cargado de trabajadores. ¿Por qué, por el amor de dios, nadie abre las ventanillas? Leí unas diez páginas en el trayecto y lamenté que hubiésemos llegado tan rápido. Lo volví a abrir en el 2, a las dos de la tarde. Lo seguí en la cama antes de dormir la siesta. Volví a abrirlo en el 96 a la mañana siguiente y otra vez en el 2, a la tarde. Se lo comenté a otro amigo por teléfono. Me obligué a no terminarlo tan pronto como quería, a retenerlo todo lo posible como, cuando era chica, hacía durar en la boca mi caramelo favorito. Leí quince de las últimas veinte páginas en el 53, un domingo a la nochecita, de parada, rodeada de niños y mujeres y hombres que volvían de sus paseos domingueros, bajo la luz mortecina de ese colectivo que volvía todo más triste y miserable, si es que es posible tornar más triste y miserable un domingo a la nochecita. Lo terminé esa misma noche en mi casa.
"El camino del tabaco" es una novela tremenda. Jeeter Lester vive con su familia en una casa medio derruida al borde del camino del tabaco. Los Lester tuvieron diecisiete hijos; cinco murieron y de los doce que quedaron vivos, sólo dos viven con ellos. De los otros nada saben, huyeron hacia la ciudad a trabajar en las hilanderías o en los aserraderos, en busca de una vida un poco menos miserable. Con ellos queda una muchacha con la que nadie quiere casarse pues tiene labio leporino. Por pereza, Jeeter lleva quince años postergando el momento de llevarla a la ciudad para que un médico le cosa el labio y la chica pueda seguir con su vida. Y un adolescente que en breve va a casarse con una predicadora, veinte años mayor que él, la viuda del predicador, una mujer libidinosa e ignorante que dice que habla con Dios y que no tiene nariz, solo las foses nasales, los agujeros grandes y negros que la vuelven un montruo aunque con un cuerpo todavía apetecible según la mirada de Jeeter. En la casa también vive la madre de Jeeter, una vieja que todos esperan que se muera de una vez por todas y a la que tratan peor que a un perro. Y Ada, la esposa de Jeeter, cuya mayor preocupación es tener un vestido del largo apropiado, esto es del largo de moda, el día de su entierro. A Jeeter también lo preocupa su entierro y les ha hecho jurar a todos que le conseguirán un traje cuando llegue el momento, que no tendrán el tupé de enterrarlo con su overol, y que tampoco permitirán que una rata se meta en su ataúd, como sucedió con su padre que se fue a su última morada con parte del cuello y la cara comidos por el roedor. Los personajes de la historia se completan con Lov, el yerno de Jeeter, casado hace unos meses con su hija de doce años.
La miseria, la lujuria y una religiosidad chasco atraviesan toda la historia.
Los personajes son la basura blanca de la Gran Depresión de los años 30. Fornicadores, ladrones y, por momentos, tremendamente ingenuos. Dios es la excusa y el fundamento para seguir atados a la pobreza, para dejar todo para el día de mañana, cuando Dios quiera.
"El camino del tabaco" es una novela terrible, descarnada, por momentos exasperante y, siempre, una obra de la mejor narrativa norteamericana del siglo XX. Fue a parar enseguida a mi pequeño altar de novelas que agradezco haber encontrado en esta vida, junto a "El corazón es un cazador solitario", de Carson Mc Cullers y "Mientras agonizo", de Faulkner.
No me queda más que recomendarla y envidiar a los futuros lectores de esta obra inmensa. Y agradecerle a Sebastián por habérmela prestado.
viernes, 21 de agosto de 2009
Premio Juanele
Las bases completas aquí.
sábado, 15 de agosto de 2009
Ya llegó la primavera!
sábado, 8 de agosto de 2009
Bien saignant!
miércoles, 5 de agosto de 2009
Mujeriegas
Adelantando el curso sobre escritoras que dará en agosto en la librería Paradigma, Marina Arias publicó un par de artículos en Hablando del asunto. El segundo de ellos sobre Sierra padre, de María Martoccia, y Una chica de provincia. (click)
domingo, 19 de julio de 2009
jueves, 16 de julio de 2009
Muy recomendado!
lunes, 29 de junio de 2009
Último número
domingo, 21 de junio de 2009
domingo, 14 de junio de 2009
Hoy en La Gaceta de Tucumán
Fútbol, "De puntín, autores varios, (Sudamericana / Mondadori - Buenos Aires). Una antología con subtítulo pomposo reúne 21 relatos, de los cuales cinco se comen la cancha. Por Walter Vargas
Hace rato ya que en la Argentina la literatura futbolera dejó de ser cosa de los acreditados pioneros, Juan Sasturain, Osvaldo Soriano, Rodolfo Braceli (aunque en menor medida) y, naturalmente, Roberto Fontanarrosa, indiscutido Maradona del género. De un par de lustros a esta parte, el fascinante juego de la pelotita ha propiciado unas cuantas historias contadas por nuevos autores de procedencia diversa, a cuya cabeza, si de sangre joven hablamos, se han puesto Eduardo Sacheri y Ariel Scher. En cualquier caso, aludimos a una expansión y a una profusión que ha tenido, y tiene, consistencia y continuidad sobremanera a partir de la contribución de Ediciones Al Arco, primera y única editorial argentina dedicada pura y exclusivamente a temáticas relativas a los deportes. Al Arco, que ahí vamos, salió a la luz en 2003 con el imperdible De puntín (11 relatos que constan en un libro cuyo prólogo le correspondió a Jorge Valdano; su contratapa, a Eduardo Galeano y sus ilustraciones, al ya aludido Negro Fontanarrosa), pero que nada tiene que ver con el De puntín que acaba de editar Sudamericana (bajo el sello de Mondadori), flagrante y pasmoso calco presentado mediante la pomposa leyenda de “Los mejores narradores de la nueva generación escriben sobre fútbol”. Sellada la aclaración, que urgía, entonces sí cabe señalar que este De puntín reúne a 21 autores -uno de los cuales es Diego Grillo Trubba, a cargo, asimismo, de las tareas de selección- que procuran plasmar ideas y destrezas no siempre consumadas con felicidad. A veces, porque los partidos en cuestión no terminan de ser interesantes; a veces, porque las historias laterales son tan laterales que el fútbol deviene forzamiento borroso. Con todo, este libro ofrece la gracia de no menos de cinco cuentos que bien valen la entusiasta recomendación. Dios aprieta Start (Leandro Custo), Hombres que no aman al fútbol (María Fasce), ¿Para qué te voy a mentir? (Agustina Arias), El caso Di Canio (Juan Terranova) y, perla entre perlas, La camaradería del deporte, de Selva Almada. Encantadoras las señoritas que, al tiempo que faenan pollos, cultivan sus devociones futboleras ajenas a la languidez del eufemismo o, mejor, ajenas a toda languidez. La entrerriana Almada, en fin, se revela como uno de esos jugadores capaces de mejorar sus equipos y justificar plenamente el pago de la entrada.
domingo, 31 de mayo de 2009
54 semanas
Esta semana se publicó mi relato La monja blanca escrito a partir de una fotografía suya.
Pasen y echen un vistazo, hay una buena cantidad de relatos de escritores latinoamericanos contemporáneos. Clik acá!
miércoles, 6 de mayo de 2009
Salón literario
Casilda tiene cuatro plazas juntas y enormes en el centro. Y un montón de hoteles. Demasiados para una ciudad tan pequeña (más tarde me explicarían que la capacidad hotelera de Rosario es muy reducida, así que muchos viajeros pasan las noches en Casilda).
Casilda tiene un teatro bellísimo, el Dante, fundado en 1875, por los italianos que poblaron esas tierras en el siglo XIX. Abandonado durante muchísimos años, con sus ventanas y puertas tapiadas, con las paredes pintadas con los nombres y las promesas de los candidatos de turno, el Dante estuvo a punto de ser vendido y demolido. La gente de Casilda se opuso y luchó hasta conseguir que la municipalidad lo comprara y consiguiera la plata para restaurarlo. Hace poco más de un año, el Dante fue reinaugurado. Ahora lo dirige y lo cuida, como si fuese su propia casa, Diego Costa. Prácticamente sin presupuesto, pero con un empecinamiento y un compromiso sorprendentes.
Diego me llamó hace un par de meses para invitarme a este Primer Salón Literario, que arrancó la tardecita ya oscurecida del 1 de mayo y que terminó, para el público, alrededor de las 11 de la noche y, para los escritores invitados, a las 4 de la mañana en el bar de Yamil Dora, el poeta que lo ayudó en la organización, un gran anfitrión y un tipo divertidísimo.
Tuve el placer de compartir las lecturas con escritores de Casilda y de Rosario, gente joven que escribe sin pausa y sin pretensiones (¿Frankfurt 2010? ¡qué buen chiste alemán!).
El cierre del Salón estuvo a cargo de Rodolfo Alonso en una charla con Sergio Gioacchini (director de la editorial rosarina Ciudad Gótica, que tiene un catálogo de 400 títulos).
Confieso que no lo conocía a Alonso: un escritor de una trayectoria enorme, poeta, traductor de Pavesse, Ungaretti y Pessoa, un hombre ilustradísimo, autodidacta, curioso. Y de una enorme generosidad.
A la mañana siguiente, mientras me sacudía la resaca de la noche anterior, en el comedor del hotel, charlamos un rato largo con Rodolfo Alonso. Enterado de mi entrerrianía me contó de cuando tenía 17 años y con Paco Urondo cruzaban a Paraná en la balsa para visitar a Juanele. "Caminábamos por la orilla del río y Juanele nos mostraba las distintas tonalidades del agua a medida que avanzaba el crepúsculo. Andábamos a los manotazos matando mosquitos. No Juanele: cuando el brazo se le ponía negro, simplemente pasaba la mano y los apartaba." Y Alonso repitió el gesto sobre la manga del saco y sonrió como si lo estuviera viendo.
martes, 28 de abril de 2009
miércoles, 8 de abril de 2009
Figurín literario
jueves, 26 de marzo de 2009
Locas por el fútbol
La camaradería del deporte es el relato que escribí para la antología De puntín (Mondadori, 2008). Es una historia de botineras de pueblo, sin siliconas ni fotos de tapa en la revista Papparazzi; solo chicas que aman el fútbol y a los futbolistas.
Relato completo (click).
miércoles, 4 de marzo de 2009
martes, 24 de febrero de 2009
martes, 10 de febrero de 2009
jueves, 29 de enero de 2009
lunes, 5 de enero de 2009
Para que no parezca un accidente
Ayer apareció esta nota de Mariana Carbajal en Página 12 que me recordó inmediatamente aquella conversación con mi mamá. Recomiendo leerla (click).
El femicidio es la expresión extrema de la violencia de género.