jueves, 15 de mayo de 2008

Pez

Salta un pez plateado suspende el aire detiene el paisaje un momento suficiente para traerme otro lo ha atrapado mi padre en un arroyo lo limpia mi madre sobre el pasto del fondo de mi casa vuelan las escamas impulsadas por la hoja del cuchillo se pierden entre la gramilla láminas tornasol escondidas en las hebras verdes al día siguiente a la semana siguiente cuando les dé el sol y yo acierte a pasar por allí distraída como andaba siempre escondiéndome como andaba siempre tratando de pasar desapercibida como todavía ando pasaré por allí mejor dicho pasé por allí las ojuelas de plata perdidas en el pasto guiñan como bichitos de luz en pleno día como ojitos sin dueño me recuerdan el lomo del pez que adornaron que comimos hace varios almuerzos menos la cabeza que fue a parar con sus ojos secos a las tripas del perro.
Salta un pez plateado me gustaría ahora mismo estar de cara al río mientras salta el pez plateado cualquiera uno otro parecido a ese que pescó mi padre un día qué buena suerte alzarse con un pescado así de grande y gordo y brillante qué buena suerte qué bendición por una vez las idas a pescar de mi padre tienen un argumento un trofeo que traer a casa una hermosa pieza vó que decí que nomá vamo a chupar, tomá suerte de borracho o será al fin y al cabo mi padre un pescador de verdad que sólo bebe para olvidar la frustración de los peces que se escurren en el agua?